Desi Icari El aroma de los libros:
"La muchacha inhaló la fragancia de otra página y una leve punzada le atravesó las sienes, pero una carcajada oscureció inmediatamente esa sensación desagradable.
-En algún sitio también debería tener Tres hombres en bicicleta -reflexionóFerro, que empezó a hurgar entre cientos de títulos.
.-Espere, abogado -lo detuvo-. Hábleme de los oledores.
-Hay muy poco que decir -contestó mientras seguía examinando los lomos de los volúmenes-. Hay personas a las que les gusta oler los libros: a algunos les gusta el olor del papel y de la tinta tanto, y a veces más, como el contenido mismo de los libros. Somos muchos, pero no riempre nos reconocemos. Los oledores somos reservados y evitamos oler en púc¡blico por temor a que nos tachen de raros.
-¿Usted no huelo los libros en público?
- Intento evitarlo, aunque algunas veces se me escapa -admitió con una ligera carcajada-. Por ejemplo, cuando entró en una librería, no sñe resistirme a ese buen olor a papel fresco."